Texto contextualizado: |
y el rencor de los otros pueblos. Estos sentimientos también son históricos; quiero decir: desempeñan la misma función que la idea de decadencia. No sólo son una compensación sino un testimonio de la existencia de un gran imperio. Son una forma invertida de la admiración. Así, dan fe de una historia única, singular. Quevedo, que vivió una decadencia y que era por lo tanto un gran perito en envidias y rencores, pone en boca de Escipión el Africano, vencedor de los cartagineses |
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