compromiso. Gierek prometió modernizar la economía, elevar el nivel de vida de la población y volver realidad la «democracia socialista». Su proyecto tendía a convertir a Polonia en una sociedad moderna, capaz de producir bienes de consumo, un poco a la manera deHungría,peroconservandointactoelsistema de control y dominación burocráticos. Un ideal contradictorio. Todo terminó en un fracaso colosal: en 1980 Polonia se encontró con una deuda de más de veintitrés mil millones de