imposible que se detenga a las puertas de la URSS. El Estado burocrático ruso no ha logrado resolver ni la cuestión nacional ni la cuestión religiosa, dos cuestiones que son una y la misma para la tradición islámica. En un futuro no demasiado lejano el gobierno de Moscú tendrá que enfrentarse,dentrodesusfronteras,altripleretodel Islam: el religioso, el nacional y el cultural. En el interior de estas dos grandes contradicciones --la social y económica, la étnica y religiosa-- proliferan