y en sus jefes a sus intérpretes y voceros. Asistimos al regreso del absolutismo, disfrazado de ciencia, historia y dialéctica. El parecido entre el totalitarismo contemporáneo y el antiguo absolutismo recubre, no obstante, diferencias profundas.Nopuedo,enesteescrito,explorarlasnidetenerme en ellas. Me limitaré a mencionar la central: la autoridad del monarca absoluto se ejercía en nombre de una instancia superior y sobrenatural, Dios; en el totalitarismo, el jefe