burocracia hospitalaria hasta la misma sala de espera, donde le repite una vez más sus instrucciones: -Ya sabe, padre, a la salida tome un taxi en la misma puerta para volver a casa. El padre escucha atento, pero su sonrisa se hace desdeñosacuandoRenatosealeja.«Aestosmuchachos de ahora me hubiera gustado verles durante la guerra, huyendo de los tedescos por una ciudad desconocida... ¡Tomar un taxi: en eso estoy pensando! ¡Lo