. Dejó la lupara, besó a Rosetta, dirigió al yerno un vago gesto de la mano y decidió violento: -¡Nos vamos, pero por la puerta grande! Y tú Rosetta como llores desde el balcón vuelvo a subiryteplantodoshostias.Sinopuedesaguantarte, no te asomes. El viejo bajó una vez más la escalera haciendo sonar sus pisadas de amo y emergió, más erguido que nunca, de las sombras del zaguán. Sus
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AGUANTAR - Soportar [algo o alguien] que produce molestia