¿Te das cuenta de tu victoria? ¡Como el Torlonio con sus botellas inflamables y sus bombas de mano! ¡Qué grande eres! El viejo está reventando de orgullo, mientras Anunziata le oye estupefacta. El niño, detenido un momentoanteelnuevocuadrúpedo,selecuelaentre los brazos y se mete bajo el pecho del viejo, que entonces cambia de recuerdos: -Eso, ahora aquí, quieto, como el corderillo con la madre. Lo que