abuelo; por otro, aquella maestra con su obsesión le aviva la suya ante los recientes mordisqueos de la Rusca vientre abajo. Hortensia percibe que algo ha afectado al hombre. -¿Te molesta más la Rusca? ¿Te duele? «Estamujeresadivina»,seasombraunavez más. «lmposible ocultarle nada.» -¡ Qué dolor ni dolor!... Si sólo fuera eso... Pero enfrente esos ojos merecen la verdad, la exigen con