después el apellido todavía más lento, y rápido como el gesto que a veces le valía una botella de leche o un pantalón puesto a secar en el césped de un jardín, todo podía ser lento e instantáneo a la vez, una decisión seguida de un deseo de que tododuraramucho,queesachicanosedebatiera absurdamente puesto que él no quería hacerle daño, que comprendiera la imposibilidad de escaparse o de ser socorrida y se sometiera quietamente, ni