había agua y dónde se encontraba. Ya te había acompañado varias veces a aquel rito en el que tú pretendías hacerme participar. Pero sabía que mi ayuda era sólo un juego y te miraba, llena de admiración, desde una distancia infranqueable.Estavezmepedíasqueteayudara de verdad en aquella ceremonia. Yo utilizaría el péndulo para encontrar el lugar donde se hallaba el agua. De pronto comprendí que existía un mundo especial sólo para nosotros dos. Nunca me