la miró interrogativamente antes de exclamar: --¡Claro que es verdad! ¡Más de una vez se la salvé! La abuela afectó sentirse ofendida, ¿a ella por qué nunca se lo había dicho?, y el niño, entusiasmado, anuncióqueleibaarelatarunaaventura que Agus no conocía, una de las mejores... El médico no tenía que visitarle hasta tres días después, pero, precedido de la abuela, entró en el dormitorio