decidido intervencionismo, sin que estos cambios modifiquen sustancialmente su visión del mundo exterior. Así, no es extraño que, a pesar de sus diferencias, los liberales y los conservadores hayan sido alternativamente intervencionistas y aislacionistas. Mi descripción de las actitudes de los intelectuales norteamericanoses,noloniego,muyincompleta.Noignoro la existencia de corrientes más afines a la tradición de la Europa continental y menos tocadas por lo que no es exagerado llamar la excentricidad anglosajona. Por ejemplo