la realidad de Cuba. ¿Por cuánto tiempo? Nuestros contemporáneos aman vivir, como los míticos hiperbóreos, entre nieblas morales e intelectuales. Ya señalé que las dictaduras latinoamericanas se consideran a sí mismas regímenes interinos de excepción. Ninguno de nuestros dictadores, ni los más osados, han negadolalegitimidadhistóricadelademocracia.Elprimer régimen que se ha atrevido a proclamar una legitimidad distinta ha sido el de Castro. El fundamento de su poder no es la voluntad de la mayoría expresada en