para decidir si el pueblo aprobaba la dominación del Partido Comunista y si debía continuar la alianza militar con la Unión Soviética. Tenían razón pero eran imprudentes: olvidaron las lecciones de Hungría y de Checoslovaquia. El mismo 12 de diciembre la fuerza pública cortó las comunicaciones conelexterior,ocupóloslocalesdeSolidaridad y arrestó a los líderes. El 13 de diciembre se decretó la ley marcial. En dos semanas el ejército sofocó los centros de agitación. Se ignoran las cifras exactas, pero