Texto contextualizado: |
y agradecida de que su marido se tomara tales cuidados. No sé cuándo reconoceremos como corresponde la ascendencia de la mujer sobre nuestro carácter. Ni siquiera la circunstancia de que los ginebrinos se mostraran menos dispuestos que los holandeses y los franceses a creer en las virtudes de su tónico, irritó al amigo Abreu. El bienestar es contagioso. Yo mismo, a pesar de mi soltería, me sentía contento. Doña Salomé, resplandeciente como si una primavera interior la colmara, afrontaba |
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