. Dirigí, sin perder un instante, mis cañones sobre el repartidor del mercadito, sospechoso más indefenso y, por eso, más maleable, mucho más maleable. Todo inútil. Pasé horas amargas. Yo soy un hombre a la antigua. Entre nosotros le confieso quesimeimpidenlapicanayelcepo,hagadecuenta que tengo las manos atadas. Comprendí que en tales condiciones no quedaba opción. La única salida ética era la renuncia. --¿Renunció
HIS:171.12
IMPEDIR - Hacer imposible o difícil la realización de algo