Qué tal veré ahora a Tintín y a Milú», se dijo. A lo mejor conseguía ver al capitán Haddock sin barba y con gafas de sol. El abuelo recordaba en especial cierta manifestación. Caía una lluvia fina, exasperante. Todavía era laépocaenquelasmanifestacionesescaseaban.Sin embargo, un grupo de obreros y estudiantes había llegado hasta el Gobierno Civil, incluso había cruzado un coche en mitad del paseo. --La policía apareció enseguida y todos se