entra de vez en cuando, para dejar cualquier cacharro inservible. A ver si encuentro ahora una carta muy bonita, de un tío de tu abuelo que hizo un viaje a las Filipinas. Otra de las cartas que leyó en voz alta incluía unadescripcióndeuncampamentocarlistaqueentusiasmó a Miguel. Las siguientes fueron menos interesantes, hablaban de fincas o de matrimonios, y el niño pidió permiso para ir a hacer pis. --Ve, pero no te entretengas.