Qué es eso del secuestro? Ser buenos, hostia. Observé de reojo que la Emilia se enternecía y antes de que empezara a irse de la lengua y a pormenorizar la ya para entonces manida historia del maletín, me apresuré a añadir: --Haymotivospoderososquenosimponenuna escrupulosa discreción. Con todo, no hay óbice para que, una vez resuelta nuestra engorrosa papeleta, no pongamos en sus manos de usted una suculenta exclusiva. Para lo cual,