y sentir toda su piel contra la suya, el goce vino como un látigo y se anegó en un balbuceo agradecido, en un ciego abrazo interminable. Apartando la cara del hueco del hombro de Janet, le buscó los ojos para decírselo, paraagradecerlequealfinalhubieracallado; no podía sospechar otras razones para esa resistencia salvaje, ese debatirse que lo había obligado a forzarla sin lástima, pero ahora tampoco comprendía bien la entrega, el brusco silencio
GLE:155.07
CALLAR.1 - No hablar o dejar de emitir algún sonido.