le preguntó cuál era el significado de aquel medallón y aquella sortija que siempre llevaba consigo. El abuelo repuso con inexplicable irritación que no hiciera preguntas tontas y que, si una persona no abría la boca más que para decir simplezas, era mejor que no la abriera nunca. Migueldurmiómalaquellanoche,ledolíatanto la espalda. A veces sentía como si hubiera dos manos inmensas que le oprimieran el pecho, tan penoso le resultaba respirar. Después de varios días
TER:015.07
DORMIR.1 - (Hacer) Entrar en un estado de reposo y suspensión de la conciencia