. Poco a poco fue subiendo el tono de su voz, hasta llegar casi a gritar las palabras de agradecimiento que en esa ocasión le había dedicado Tintín: «Gracias, Miguel, te debo la vida». La abuela se removió entonces en el sofá, pero nosedespertóhastadespuésdequeMiguelhubo narrado otra de sus aventuras con Tintín, la de los pasadizos secretos. Les miró con seriedad un instante y después dijo a Agus que se preparara, aquella
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DESPERTARI.1 - Interrumpir o hacer interrumpir el sueño y (de)volver a la consciencia