cara entre las manos. Miguel le observaba desde lejos, sin moverse. Ojalá se tratara tan sólo de una alergia. 5 Si hubiera sido cierto lo que el médico había dicho un día, habría sido una abeja el bicho que mató alaabuela,unaabejaquelibaraelpolendesus flores. El día en que ella murió, la casa se llenó de parientes y conocidos que venían a dar el pesame. Onésima, vestida de luto y