- ¡Todos pretendéis ayudarme! Y nadie cree que ella vive. (Pasea, nerviosa.) Un día llamará a esa puerta. (Se detiene.) ¿Piensas que deliro? DIONISIO.- De ningún modo. ROSA.-Claroquelopiensas.(Correalaparadorysaca de un cajón otro cuaderno distinto del que escribía.) ¡Mira! Recortes de prensa. (Lo pone sobre la mesa y pasa hojas ante DIONISIO.) En sólo dos años, seis reaparecidos.