Pero conmigo no vendrías. (A NÉSTOR.) Ni tú. NÉSTOR.- Rosa, no pierdas la cabeza. (A DIONISIO.) ¡Y tú no la engañes! ROSA.- Nadie me engaña. Sé que sólo mi hija, si la encuentro,podráapartardemílosdientesquemeatraviesan. NÉSTOR.- Tú sola escaparás de ellos [ si te lo propones. ] O ayudada por tus chicos y tus chicas. Por los que están vivos.