la inclemencia del frío. Pero, en realidad, más parecía una maldición lo que había tomado carta de naturaleza entre sus cuatro paredes que la usura del tiempo, adherido a ellas cual si los olores de las sopas y guisos lo viniesen fijando al expandirse cadadía.Alprincipiocruzabaalgúncomentario con el camarero, mas dejó de hacerlo porque en las respuestas de éste advertía un despego teñido por igual de suficiencia y temor. Los comentarios sobre la situación no podían
MIR:077.09
CRUZARII - Intercambiar [palabras, miradas o gestos]