simbólico. El diablo ya no está en nosotros sino fuera del cuerpo social: es el extraño y todos debemos unirnos en torno al Jefe revolucionario para defendernos. En el caso de Irán, el diablo Carter fue el agente de la unidad revolucionaria. Para Jomeini era imperativolograresaunidad.Sineldiablo,sinelenemigo exterior, no le hubiera sido fácil justificar la lucha contra las minorías étnicas y religiosas -turcos, kurdos, baluchistanos, sunitas- y contra los inconformes y