país. (Me he ocupado del tema en El Ogro Filantrópico, 1979.) La clase intelectual, por su parte, ha vivido insertada en la administración pública y sólo hasta hace unos pocos años los intelectuales han encontrado acomodo en las universidades,quehancrecidoysehanmultiplicado. La función de la Iglesia y de las órdenes religiosas la cumplen ahora las universidades. El parecido se acentúa si se advierte que estas últimas son instituciones públicas estrechamente asociadas, como lo