izquierda y sus intelectuales ni la clase política gubernamental tienen verdadera vocación democrática. Son grupos prisioneros, unos de sus intereses y otros de su ideología. Para comprender la escasa independencia de los empresarios capitalistas y de los dirigentes de los sindicatos obreros,deborecordarqueunosyotroshannacidoy prosperado a la sombra del Estado mexicano, que ha sido el agente de la modernización del país. (Me he ocupado del tema en El Ogro Filantrópico, 1979.) La