entrado en el escritorio por la puerta que daba al cuarto contiguo. Rugeroni repitió su pregunta. El comisario Baldasarre era un hombre corpulento, cetrino y a juzgar por la traza, abúlico, negligente, poco dado al aseo. Parecía cansado, atento únicamente aencontrarunsillóndondeecharse.Loencontró, suspiró, cerró los ojos y volvió a abrirlos. Ahora se diría que miraba el vacío, con ojos inexpresivos pero benévolos. Contestó: --Justamente,
HIS:167.21
ECHARII - Ponerse en posición horizontal [en una superficie], generalmente para descansar un rato