en Venecia y me encontré en un estado de ánimo en que se combinaban, en perfecta armonía, la exaltación y la paz. Exclamé: --Aquí me quedo. Esto era lo que buscaba. Bajé en el hotel Mocenigo, donde me habían reservado uncuarto.Recuerdoquedormíbien,ansioso de que llegara el día, para levantarme y recorrer Venecia. De repente me pareció que la tenue luz encuadraba la ventana. Corrí, me asomé. «El amanecer
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DORMIR.1 - (Hacer) Entrar en un estado de reposo y suspensión de la conciencia