era un hombre sano y ahora soy otro. --No entiendo --contestó. Traté de explicarle que yo no tenía derecho a cargarla para siempre con mi invalidez. Interpretó como una decisión lo que en definitiva era cavilaciones y escrúpulos. Murmuró: --Está bien. Nodiscutimos,porqueDanielaeramuyrespetuosa de la voluntad ajena y sobre todo porque estaba enojada. Desde ese día no la vi. Yo razonaba tristemente: «Es la mejor solución. Por horrible que me
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DISCUTIR - Defender o manifestar opiniones contrarias