he adquirido el fondo de comercio del mercadito, de manera que espero no sólo tenerlos de amigos, sino también de clientes. Claro que ustedes no notarán nada, porque el repartidor es el mismo. Ya les dije. Me considero unhombrealaantigua,queseencariñaconlagente y con la rutina. No quiero cambios. Rugeroni preguntó: --¿Un cafecito? --Me van a perdonar. Estoy visitando a la clientela. No alcanza el