de sus pensamientos encabalgados, había de durar --pensó-- lo que una pieza descubierta lejos de su guarida. Ansiaba escapar y cada vez entendía mejor que perdía el tiempo dentro y fuera de su cabeza pero ¿cómo dar con una idea eficaz? Volver a su casa tampocoleapartabadelpeligro.Ningúnmedio de transporte partiría de la ciudad hasta el amanecer. Ninguna frontera le ignoraría. Y, además, ¿a dónde iba a ir? Estaba tan atrapado que sonrió