su mente. Prefería no ahondar en la memoria ante el temor de arrastrar consigo otros fantasmas que, esos sí, ya creía olvidados. Era tarde para sacarlos a escena; además, era labor propia de espíritus fuertes y, por si esto fuera poco, su mismo desfallecimiento apagabalasúltimaslucesdelacabeza como el viejo sirviente que se aleja provisto de una luz que se extingue con sus pasos dejando a sus espaldas la oscuridad y el silencio. Se percató
MIR:106.16
APAGAR.3c - Perder su viveza [alguien o una parte de él]