con la cabeza baja. Mira sus pasos, los sigue atentamente, procura alinear. Cada paso hace que sus pies se continúen el uno en pos del otro como dos gazapos que juegan a dibujar un círculo saltando y adelantandose en una carrera sin fin, encuyocentroseafirmaeldolordeestómago. Aprieta más fuerte ambos brazos sin dejar de andar. Al apretarlos reduce inconscientemente el radio de giro. Poco a poco se acerca al estómago. Al final