tarde. Tengo que irme. --Te acompaño --dijo Arturo. --¿Por qué se van tan pronto? --preguntó la señora--. Mi hijo no puede tardar. Cuando salieron, explicó la muchacha: --Lamadreseniegaacreerqueelhijohamuerto. Me parece natural. Es lo que todos sentimos. ¿Por qué no quiso vivir? --Amenábar era el único de nosotros que no se permitía incoherencias. Trío 1. Johanna