ningún modo. Estoy un poco arrepentido. Quiero pedir disculpas. El señor Melville me ha hecho un gran honor. Me comunicó una teoría suya recién inventada o entrevista, y yo se la refuté con petulancia. Como oye: con petulancia. Losojosdelcomisariodespertaron,semovieron en un rápido relumbrón y se fijaron, como en una presa, en Rugeroni. --¿No pasó nada más? ¿La disputa subió de tono? ¿Se fueron a las