comprobar que el corazón no funcionaba. Se dijo: «Esto no puede pasarme a mí», y de nuevo aplicó el oído. Debió admitir que a veces lo inaudito ocurre: el corazón no latía. Tan perturbado estaba que sin comprender la trascendencia de sus actos, marcóenelteléfonounnúmeroyordenóquele mandaran inmediatamente una ambulancia. Entonces advirtió el error, pero se consoló pensando que por menos había reprimido un primer impulso de asomarse a
HIS:128.34
MARCARII.3 - Pulsar las teclas [de un aparato esp. un teléfono] para formar un número