la injerencia de países extranjeros...». Pasó las hojas y buscó la cartelera. También aquí podía encontrar algo apetecible, negociable. Se arrellanó en la butaca del padre y estudió la corta lista de películas recién estrenadas. La madre tejía su crochetinterminableypermanecíasilenciosa.Habíaolvidado su obligación de formularle las preguntas del padre: -- ¿Has hecho los deberes? ¿Qué tal va ese latín? Fue David quien preguntó: --¿Cuántos días estará papá