, pero él levantó el vaso vacío pidiendo más vino y Genoveva le sirvió. --Él hablaba mucho de ti --dijo Genoveva. --¿Mucho? --preguntó Julián, sorprendido. Quería sonreír, pero temía que su sonrisa fuera ya una mueca. --Sobretodo,tenombraba--puntualizóGenoveva--. A veces, al ver una película decía: este tipo me recuerda a Julián... No podía comer. «Es el vino --pensó--, el vino y