subía hasta el balcón un intenso olor a rosas. Hacía calor. El solsticio de verano se instalaba en el recinto con la implacable puntualidad de los astros. De la farmacia llegó la chica con un último remedio innecesario. --Dice Joaquín que luego, que más tarde vendrá --murmuró. La madre se derrumbaba sobre el hijo, y David la recibía consciente de que estaba inaugurando una nueva condición: hijo único de madre solitaria, único soporte de madre asfixiadora y dependiente