para mí. No tengo dinero para más. Estoy contenta. No me da miedo la felicidad de mi padre. Sé que no tengo que pagar por ella. He descubierto hace mucho tiempo que no se paga la ventura ni nos protege la desdicha. Todoloquenospasaobedeceaunasucesióninexorable de causas y efectos. Por ejemplo, si yo me hubiera quedado con mi padre sería hoy una mujer rodeada de seres queridos, mis hermanos, sus mujeres,