ríe y tiende entusiasmado las manitas. Pero precisamente las sonajas provocan la objeción de Andrea. -Eso no es para niños. Puede morderlas y cortarse -sentencia la voz tajante a espaldas del abuelo. -No las morderá. ¡ Ni que Brunettino fuera tonto!-replicaelviejosinvolverse,ypiensa:«De modo que tú puedes traerte el truco de las bombillitas y yo no tengo derecho al pandero de la verdadera Navidad, porque en Belén no había luz eléctrica... Si