en un recio bastón, el santo mira al niño sentado sobre su hombro, sujetandole con el otro brazo. Entre las ondas se adivinan sombras siniestras como fabulosos monstruos, pero el rostro del santo es puro éxtasis contemplando a Jesús. El viejo, sindarsecuenta,reproduceesaexpresiónporqueel niño le recuerda a Brunettino, sosteniendo el globo del mundo como una pelota. «Pero mi Brunettino es más listo, más pícaro. Este bambino es como los
SON:182.29
REPRODUCIRI.1 - `[Alguien o algo] (se) repite [algo]