coche? --Aquí mismo, ven. El hado en sus impredecibles caprichos o un funcionario municipal en el más estricto cumplimiento de su deber le había puesto un cepo al coche. Mientras tras la Emilia se daba a los demonios me afané con laganzúa.Comonuncamehabíaenfrentadoaun cepo, invento para mí novedoso, me llevó más de media hora desmontarlo. Al concluir la operación, el corrillo de ociosos que se había formado prorrumpió en aplausos y varias