trayendo un jarro con agua. Desata el ramo e intenta colocar las flores, pero mueve la cabeza descontento de su obra. -Trae, hombre, trae... Aunque no te das mala maña, para como sois los hombres. -He aprendido mucho cuidando a Brunettino... ¡Gastaunosbotoncitos...!Megustacuidarle; ahora veo cómo disfrutáis con eso las mujeres... ¡ Si hasta hago cosas que antes me hubieran dado vergüenza! Ella le mira de soslayo, mientras sigue colocando