retahíla germánica y sale furioso dando un portazo. -¿Qué ha dicho? -pregunta bajito el viejo. -Universidad italiana de mierda -le traduce sonriendo un ayudante de Buoncontoni. Y añade, con admiración-: ¡ En una sola palabra! «¿Nadiesaleapartirlelaboca?»,seasombra el viejo lleno de desprecio. « ¡ Bah!, con estos milaneses no se va a ninguna parte.» El caso es que el origen de la disputa fue la