que me importan. Mi muerte es mía, profesor... ¡Y la del paralítico también! ¡Le corresponde morirse antes!... Mire, le explicaré su mal y será como si usted le hubiese visto. En junio todavía caminaba, pero ya en agosto... ElviejorelatacuantosabedelCantanotteyde sus síntomas, pero el profesor, tras de oírle un rato con impaciencia, se niega a dar precisiones y acaba levantandose cortésmente, mientras anuncia el envío a