alemanes de Monte Casiglio. Pero Ambrosio estaba en su puesto, ¿cómo no había de estar? En el primer recodo monte abajo, junto al olmo de la ermita, esperando con su sempiterna ramita verde en la boca. El viejo hizo parar el coche yseapeó,exclamandoalegremente: -¡Hermano!... ¡ Vaya con el Ambrosio!... ¿ También tú vienes como todos a preguntarme por qué me marcho ? -¿ Cuándo he sido yo tonto
SON:049.33
EXCLAMAR - Decir o hablar con intensidad y vehemencia